LIMA
Me sumerjo en los sonidos vibrantes de la canción “Cóndor pasa” mientras mi avión despega hacia Lima, Perú. Por fin voy a palpar a la cultura Inca de cerca, a través de mis cinco sentidos. Les comento brevemente que para Perú, si eres mexicano no se necesita visa y hay muchas opciones de vuelos directos, saliendo desde la ciudad de Mexico ó el interior. Cinco horas y media después, y con los sentidos un poco cansados llegamos a Lima, la capital de Perú. El aeropuerto es de tamaño mediano, muy cómodo y fácil de ubicar las diferentes zonas de migración, equipaje, etc. Es muy importante llevar dólares americanos para el viaje y en Lima los pueden cambiar por soles peruanos. Les recomiendo que lo hagan durante el city tour, hay personas autorizadas, con uniforme en la calle, que les darán unos 20 a 30 centavos más de soles por cada dólar que cambien. El guía los llevara y aunque parece extraño o algo ilegal, en Lima es autorizado y las personas que cambien moneda en las calles están completamente identificados. Por otro lado tampoco cambien muchos dólares, prácticamente en todos los sitios turísticos les aceptan dólares y todas las tarjetas d crédito y debito. Unos 50 a 100 dólares cambiados a soles, les son suficientes para todos estos gastos pequeños como agua, refresco ó alguna chuchería que les guste en las tiendas de suvenir. Otra recomendación que les hago antes de continuar mi viaje, es que si llegan a tomar taxi en Perú, primero negocien el precio del traslado. En Perú los taxis no tienen taxímetro y el traslado es a convenir. La ciudad de Lima esta aproximadamente a una hora y media del aeropuerto y la primera impresión que tengo es de una ciudad, que creció rápido y desordenado. Mi hotel se encuentra en Miraflores, el distrito ó colonia que lleva su nombre por los parques que tiene y los limeños caminaban por ellos y miraban las flores. Mi vuelo llego de noche y el guía me indica la hora a la que me va a recoger por la mañana para iniciar el tour por la ciudad. Vi algunos lugares camino al hotel y la noche al igual que yo somos jóvenes, empiezo a caminar por las calles bulliciosas de Miraflores. Hay casinos, bares, discotecas, restaurantes. En particular me llamo la atención un casino, que anunciaba espectáculo en vivo y al entrar me impacte con la orquestra vestida al estilo los años 30 y tocando desde blues hasta danzón. Me divertí bailando ya que los limeños son gente alegre y sencilla. Por la mañana inicia la visita de ciudad, el barrio de Miraflores esta cerca del mar y el aroma a sal y algas nos acompaña toda la mañana. Nos dirigimos al parque del amor, donde dice la leyenda que los jóvenes en otras épocas salían a robarse un beso por las tardes y el gobierno decidió hacer un parque dedicado al amor con azulejos, dedicatorias y esculturas, desde el cual la vista al océano pacifico es espectacular. Posteriormente visitamos el barrio de San Isidro y el parque de los olivos que los españoles sembraron al inicio de la conquista y algunos de ellos tienen más de 400 años y el gobierno peruano hoy en día mantiene y cuida. No podemos dejar de visitar la Huaca Puclliana, que es la pirámide pre inca de la cultura de Lima y data de los años 200-700 d.C como primer construcción y posteriores ocupaciones con fines religiosos y ceremoniales, así como para entierros hasta mediados del siglo 14 como ultima ocupación. Lamentablemente al inicio del siglo 20 se destruyeron muchas pirámides menores y centros ceremoniales alrededor de la Huaca Puclliana por el descuido y desinterés del gobierno, pero hoy en día gran parte ya esta recuperada y podemos apreciar el desarrollo que esta cultura pre inca tuvo a lo largo de los siglos. La arquitectura que observamos en la Plaza de Armas y en plaza San Martin es muy diferente de la que podemos encontrar en nuestro Mexico querido. Los españoles trajeron una fusión de tallados en madera, moriscos y barroco que es espectacular, con las terrazas voladas en finas maderas traídas desde Panamá y Costa Rica y elaboradas por artesanos locales. Hay una leyenda del error que se cometió con los planos del palacio de gobierno de la ciudad de Mexico y otra construcción en Perú… no se cual es la verdad, pero los peruanos tienen la misma versión de los dichosos planos confundidos… ¿Sera verdad ó mito?
Continuo hacia el convento de Santo Domingo, donde están enterrados los restos de San Martin de Porras y Santa Rosa de Lima. Debo reconocer que la religión no es mi fuerte, pero al entrar en el convento se me puso la piel de gallina. No podría explicar lo que sentí, pero me inundo una paz y tranquilidad que me es difícil explicar. Sean de la religión que sean ó simplemente ateos, les recomiendo la visita en el convento. Las obras de arte son espectaculares y la biblioteca con libros incunables es punto obligatorio, aunque nada más se sumerja en los aromas de cientos de años de sabiduría, conservados por los frailes.
Más adelante me encuentro con un personaje, enterrado en suelo peruano, pero perteneciente a la iglesia católica, Francisco Pizarro. Odiado y venerado por igual, solamente debemos recordar que la historia la escriben los vencedores y podremos entender al pueblo peruano y su batalla por borrar de la historia el nombre de Pizarro. Cruel, salvaje, ruin y saqueador…así lo describen y probablemente tengan mucha razón, observando los pocos vestigios que quedaron después de su conquista. Afortunadamente el pueblo peruano resucito su arte y belleza, bajo formas más aceptables para la iglesia y hoy en día podemos maravillarnos de esta fusión de culturas, arquitectura y tallados, que representa la escuela cusqueña de arte.
El museo de oro y el museo “Larco Herrera” son paradas obligatorias. Lejos de la belleza orfebre y finos tallados en metales y piedras preciosas, le cuento que me encontré maravillado con la exposición de arte erótico ó el “Kama Sutra prehispánico”. Esta exposición, que se encuentra en una sala del museo “Larco Herrera” muestra figurillas en arcilla, bellamente decoradas en diferentes situaciones, relacionadas con la vida erótica de los pueblos que habitaron Perú. Inclusive se pueden admirar calaveritas, que después de la vida en la tierra continúan su vida en el otro mundo y dentro de esta nueva vida, no podría faltar los encuentros de parejas.
Me quede maravillado con Lima, el bello parque de las fuentes danzantes con su espectáculo multicolor al caer la noche, la comida exquisita, la gente cálida y las tranquilas calles son parte de los recuerdos, que llevo grabados en la memoria.
Por la mañana despego hacia Cusco y esto será otra historia, pero Lima se queda conmigo.
